jueves, 5 de junio de 2014

I was in Mauritius Island..


Hola a todo el mundo, tengo algunas entradas preparadas, pero acabo de llegar de la Isla Mauricio y quiero contaros todo antes de que se me olvide.

Como ya sabéis, actualmente vivo en Sudáfrica, y aquí, una vez al mes las empresas te dan libre un fin de semana (de viernes a lunes).
Aquí ya estamos casi en invierno y me apetecía playa y temperaturas altas, así que al ver que los vuelos desde Johanesburgo no eran excesivamente caros, y con el lema por bandera que tenemos, "ya que estamos aquí.." decidimos hacer una visita express la isla.

 
 



Antes que nada, decir que tres noches es muy muy poco para disfrutar de esta isla. Yo iría mínimo una semana, para poder recorrerla, poder parar en una playa que te guste, poder elegir bien donde comer,...
También decir que creo que es imprescindible alquilar un coche con gps. Fijaros bien que esté actualizado, porque el nuestro parecía del siglo pasado si no hubiese sido porque no estaban inventados.. Alquilamos el coche en Europcar, por unos 30 euros el día. Íbamos sin reserva y no pudimos encontrar nada más barato.

Tras cuatro horas y pico de vuelo desde Johanesburgo, con South African Airlines, aterrizamos en la isla, la humedad se sentía en la misma cola de inmigración, y es que nos recibió una lluvia tropical que no dejaba ver ni la carretera.

Nuestro hotel era el Des 2 Mondes, en la playa de Mont Choisy, en el noroeste de la isla http://www.hoteldes2mondes.com/.
Os recomiendo el oeste para los meses de otoño, porque según dicen en el este hace mucho viento.
Elegimos este hotel por el desayuno, porque la mayoría no lo incluía, y luego nos decepcionó bastante, mucha piscina y mucha palmera, pero el desayuno escaso, y la habitación normal para unos 80 euros la noche la doble. Eso sí, el trato muy amable, y toallas para la playa las que quieras..





A todos nos apetecía marisco para cenar, y sacrificando un poco el presupuesto nos dejamos aconsejar y fuimos a Le Capitaine, en Grand Baie, popular por su pescado http://le-capitaine.restaurant.mu/.
El plato de marisco para dos estaba riquísimo, abundante y bien presentado.
No se por qué en muchos sitios fuera de España tienen la costumbre de disfrazar carnes y pescados con salsas. El marisco, si es bueno no necesita más que un chorro de limón, así que no olvides pedir que lo preparen sin la salsa, yo digo "plain" y me entienden, o puedes pedir la salsa por separado si te apetece probarla.
La broma con vino blanco, postre, buenas vistas y música en directo, nos salió por unos 50 euros por cabeza, pero salimos satisfechos.

 
 
 
 
 
Para el día siguiente teníamos contratada la excursión en catamarán a la isla de los ciervos. Pasas toda la jornada entre el barco y la isla, y aunque de primeras parezca caro, luego el día te cunde. Nos dieron de comer y de beber, y si tienes suerte y la tripulación es animada, te ponen música y bailan para ambientar el buen rollito.. Lo digo porque vimos algunos barcos que parecía que iban de funeral.
 
 
 



Aunque Isla Mauricio es un destino típico para Honeymoon, a mi me encantó ir con amigos. Las risas y el ambiente, gracias en parte al ron, marcaron el día, y lo pasamos genial..

La empresa que contratamos para esta actividad fue http://www.catamarancruisesmauritius.com/en/catamaran-full-day-cruise.php, por unos 60 euros tienes de 9h a 16h el día organizado. Ellos te proporcionan el equipo completo de snorkel, te preparan cócteles y la comida, un poco de pasta, de arroz, unas brochetas,..


 
 
 
Una vez en la isla nos dejaron dos horas de tiempo libre. La isla es una maravilla, aguas verdes y azulón, arena blanca, temperatura ideal, vegetación en la misma orilla..
 
 
 



 
 
Algunos aprovecharon para hacer actividades acuáticas. No es necesario reservarlo con antelación, ya que nada mas bajar del catamarán vienen directamente a ofrecerte de todo. Yo preferí tumbarme al sol y disfrutar de la playa.

 

 

 
 
Sobre las cuatro de la tarde llegamos otra vez al puerto desde donde habíamos salido y fuimos en dirección a Port Louis, la capital de la isla.
 
Otro punto en contra de viajar en el otoño de Mauricio es que anochece muy pronto, sobre las 17,30 es el atardecer, así que tienes que planear muy bien el día si quieres que te dé tiempo a todo.
Al viajar con mucha gente, nosotros éramos 8, siempre suelen haber problemas a la hora de decidir qué hacer, dónde comer o cenar, pues cada uno tiene su opinión y con esto se pierde tiempo, valioso tiempo cuando viajas y quieres ver y conocer todo. Por este motivo nos perdimos el atardecer del sábado, y llegamos al waterfront de Port Louis ya de noche.
 
 



 
 
Sin nada planeado, y cansados por estar todo el día en el catamarán, cenamos algo rápido y nos fuimos directos a dormir. Yo personalmente me quedé con las ganas de salir de fiesta, había oído hablar muy bien de la discoteca Budha, pero nadie me quiso acompañar.
Si algún día visitáis la isla intentad ir, y ya me contáis..
 
 
Era domingo, uno de los planes era visitar el Market de Port Louis, pero vimos que los domingos cerraban. En el desayuno se decidió ir a ver el Grand Bassin, las tierras de colores y por la tarde a la playa, aunque por culpa de la indecisión y el maldito gps, no pudimos realizar todos los planes.
 
Grand Bassin es un lago al que van los hindús a realizar ofrendas porque creen que está comunicado con el Ganges. Creo que fue un acierto ir el domingo, ya que estaba lleno, había gente orando, familias enteras haciendo rituales, mujeres vestidas con el típico traje,.. Sabía que en el la isla había mucha influencia hindú, pero la verdad es que me quedé sorprendida porque todo el mundo era hindú. Nunca he estado en la India, pero creo que debe parecerse mucho. Mucho ruido en las calles, muchas motos, mucho claxon y mucho kamikaze al volante, tened cuidado si conducís aquí..
 
 
 



 
 
Después fuimos a buscar las tierras de colores. El gps no lo indicaba, no sabíamos dónde estábamos, así que con intuición y casi guiándonos por el sol seguimos una carretera que nos llevó a varios puntos de interés con buenas vistas..

Nos entró hambre y nos equivocamos al parar en el primer sitio que vimos, que no recuerdo el nombre, a pie de carretera. Muy bonito y con unas vistas increíbles. Allí disfrutamos de la cerveza del país, la Phoenix. La comida regular, y el servicio muy lento. Incluso nos regalaron una ronda de bebidas por la tardanza. Con todo esto, perdimos otra vez mucho tiempo.





 




Al final, y tras pagar entrada al parque de unos cuatro euros al cambio, pudimos ver las tierras de colores. Yo había visto alguna foto antes, y también había leído que no era tanto como prometían, pero era mayoría la gente del grupo que quería verlo. Fue una completa decepción para ellos, supongo que esperaban algo más.. Suerte que había por allí unas tortugas gigantes que nos quitaron la espinita de todo el paseo buscando las dichosas tierras de colores..


 

 






Pasamos muchas horas del fin de semana en el coche. Aunque la isla es pequeña, comparada con Madagascar, por ejemplo, las distancias entre los puntos que queríamos visitar eran bastante grandes. Eso, unido con las carreteras de solo un carril, el caos de coches, y la señalización escasa, me hicieron plantearme sacar mi cámara por la ventana y hacer fotos desde el coche, os dejo algunas imágenes..



 

 

 

 

 

 
 
 
El domingo pudimos ver por fin un atardecer en una playa del oeste. Nos hubiera gustado llegar un rato antes para poder darnos un baño en Flic en Flac, pero aún así, disfrutamos mucho de este rato. Había muchos puestos de cocos, piñas y algunas comidas como perritos y hamburguesas, desplegamos nuestras toallas y nos sentamos a disfrutar de la estupenda vista y de la agradable temperatura.
 
 
 

 



 
 
 
No os olvidéis de meter en la maleta algún repelente de mosquitos, justo en el amanecer y en el atardecer están más activos, y aunque no hay riesgo de malaria, unas picaduras de estos mosquitos pueden arruinarte un viaje. Mi favorito es el de la marca Relec, el extra fuerte, mas vale prevenir..
 
 
El último día en la isla amaneció nublado, algunos quería disfrutar de la playa, pero otros queríamos visitar una ronería y pasear por el mercado de Port Louis. Salimos ganando los de segundo plan porque durante la mañana estuvo muy nublado y con alguna lluvia.
El hotel nos recomendó la destilería Adventure du Sucre http://www.aventuredusucre.com/. Nos pusimos en marcha ya con las maletas en el maletero, nuestro vuelo de vuelta salía a las cuatro de la tarde.
 
La entrada nos costó unos 8 euros, con carnet de estudiante y con 26 años o menos, la tienes por la mitad. Incluía una visita al museo, con exposición de maquinaria, y algunos videos explicativos de cómo siembran, recogen y trabajan la caña de azúcar hasta que llega al ron, y para finalizar una cata de azucares y una de ron.
 
 
 
 

 
 
 
No me lo esperaba así y me pareció muy interesante. También incluía una demostración y degustación de mojitos, pero se nos hacía tarde si queríamos pasar por el Market y nos la perdimos.
 
 
El mercado más famoso de Port Louis está pegado a la carretera principal, bajando de Grand Baie, por ejemplo, a mano izquierda. Nosotros dejamos el coche en un parking justo al otro lado, en el waterfront, y fuimos andando. Ni siquiera preguntamos, claramente se ve hacía donde va la gente, y siempre, siempre, hay algún asiático con su cámara de fotos por ahí que te hace de guía..
 
Dimos una vuelta rápida, probamos alguna fruta rara, unas frambuesas con un mejor color que sabor, unos aperitivos típicos de la cocina hindú y yo pude encontrar algún imán para la colección. Y es que últimamente, me cuesta encontrarlos en los sitios que viajo. O son muy feos o simplemente no los hay. En Europa me resulta más fácil esta tarea.
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 
 
Al principio no estaba en los planes visitar este mercado, pero todos salimos encantados, pues es una forma de ver las costumbres de la gente que vive en el país.
Del mercado pusimos rumbo al aeropuerto, se acababa el viaje y tocaba volver a Sudáfrica. Creo que todos nos quedamos con las ganas de pasar un dÍa tirados en la playa, sin coger el coche y sin hacer nada, pero podemos decir que a pesar de estar tan pocos días, pudimos ver bastante de la isla.
 
 
 
Como consejos si visitáis la isla os repito que al menos reservar una semana para poder ver con calma todo. También elegir muy bien la época del año. Aunque las temperaturas no bajan de 20 grados casi nunca, y el agua siempre esta caliente, nos influyó mucho que se hiciera de noche tan pronto. A las seis estaba tan oscuro como a las once, y eso nos limitó mucho el tiempo para visitar cosas porque no había apenas luz en las calles.
 
 
 
 
Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Instagram, iwasthereblog. Correo, iwasthereblog@gmail.com
Éste blog está hecho para poder ayudarte.
 


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